«Basal” tiene su origen en las percepciones intrauterinas. El feto es capaz de moverse activamente y estar en un proceso de intercambio con su madre. Cada niño que ha nacido ha hecho estas experiencias, aunque su vida intrauterina pudiese haber estado sometida a condiciones difíciles. Se puede decir que el feto tiene la capacidad de orientarse en su primer entorno “El útero”.

Sus orígenes se encuentran en el proceso de escolarización de los niños pluridiscapacitados en las escuelas de educación especial. Desde el nacimiento hasta la muerte y a pesar de las graves limitaciones que pueda tener una persona, son posibles y tienen sentido nuevos procesos de desarrollo. A partir de esta premisa, la estimulación basal pretende hacer ofertas sin pedir condiciones previas al otro sin requerir de “unos mínimos” de respuesta o actividad y se ofrece así como un concepto adecuado para un amplio abanico de personas (niños pluridiscapacitados, personas con una demencia, personas en coma, pacientes somnolientos, personas con enfermedades mentales…).

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